Mi nombre es Legión porque somos muchos
«…Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él, gritando con fuerza: «¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!»Porque Jesús le había dicho: «¡Sal de este hombre, espíritu impuro!» Después le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Él respondió: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos». Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región. Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña. Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: «Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos». Él se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se ahogó…»
Creo que lo que siempre me ha parecido fascinante de este fragmento del evangelio según San Marcos es el anhelo de encontrar algo o alguien que mágicamente expulse lo demonios que hay en mí, mis demonios personales por llamarles de alguna forma. Mi egoísmo, mi narcisismo, mi intolerancia, mi melancolía… en fin, “Mi Legión” porque son muchos.
Ese alguien, seguramente me diría un predicador, es Dios. Pero mi idea de Dios ha cambiado tanto. A menudo afirmo que Dios no existe y es que me refiero a ese Dios que me inculcaron, siempre con la mejor intención, mis padres, la iglesia y casi todas las personas que han representado alguna autoridad para mí.
Mi psicólogo insiste en que todos los placeres que busca el ego son sustitutorios a la necesidad de encontrar a Dios y así regresar al todo, después de una individualización que experimenta el alma siguiendo una fuerza que él llama Karma. Entonces si nuestra alma forma parte de ese todo, como en los fractales, cada uno de nosotros es Dios. Es decir Dios se repite en cada alma, y cada alma es parte de Dios.
La última analogía a la que llegué para tratar de entender esto es imaginarme el alma o Dios, como la luz blanca que vista a través de un prisma se descompone en infinidad de colores, individualizados por su longitud de onda, pero al final parte del todo. Entonces cada color es una vida de un alma y a su vez cada alma es un color de la luz blanca de Dios.
La verdad ni yo me entiendo, pero el caso es que en algún momento también creí que la iluminación de la que hablan los budistas y otros, consistía en dejar de ser por un momento un color particular, renunciando así a la individualidad, es decir al ego, para convertirse en esa luz blanca que lo es todo.
Eso está bien, renunciar al ego, pero no puede hacerse totalmente porque entonces seríamos luz blanca y eso no es compatible con este mundo de colores. Por eso la iluminación dura fracciones de segundo que son una eternidad.
Bueno, después de un tiempo de acariciar la idea de alcanzar en algún momento la iluminación he renunciado, tal vez ese sea el camino ¿no? No sé, pero he renunciado porque ya no quiero creer en nada, ni en Dios ni en el alma ni en el ego, es decir, en nada. No quiero tener ilusiones, quiero ser libre de la necesidad de mejorar.
Alguien me dijo una vez que si dejara de tener ilusiones sería muy aburrido. ¿Y por qué no? Ser aburrido está mal sólo para quien se aburre contigo. Como dicen ¿quién está más loco, el loco o el que lo sigue?
Por eso tampoco quiero ya ser amigo de nadie, para que nadie me reproche mis errores, para que nadie me diga que si me siento mal es porque esa fue mi elección, qué si estoy solo es porque me he encargado de alejar a todos. Es cierto nuestra realidad la formamos nosotros.
Sería más fácil culpar a la legión de demonios que viven en mi y esperar a qué un ser divino venga a expulsarlos, pero tampoco eso sirve, no hay seres divinos caminando por ahí ni demonios que se hayan apoderado de mi alma. No, todo fue, ha sido y seguirá siendo mi elección, ya lo sé y no quiero que nadie me lo recuerde.
Siempre he pensado que tienes un don para expresar ideas complejas en palabras entedibles, para mí es como si lo dibujaras con lo que dices, chido, aunque no sé bien para que sirve, pero supongo que no importa si sirve o no, por cierto eso de la legión ¿es como cuando los toltecas dicen mitote? según que la mente es como un monstruo de miles de cabezas, que así como una mano de nosotros pueda tocar y sentir la otra mano, así la mente puede hablar con otras partes de la misma mente. Quizá tu si puedas iluminarte algún día y algún isntante, si eso susede ya no te importaría nada de los que no pagamos la luz, pero si sucede ¿querrías contestar cómo es eso?